El funcionamiento es similar al de una red de telefonía móvil: la señal es emitida por una antena conectada a una estación base que a su vez está conectada a Internet.
Los objetos conectados compatibles con LoRa se comunican con un controlador en la banda de los 868 MHz y éste enlaza con la estación base por la red LoRA de baja velocidad y largo alcance, sin depender de otras conexiones. Para ello, deben estar equipados con un módem compatible con esa tecnología, es decir, un chip LoRA.
La tecnología LoRA es bidireccional. Además, está diseñada para garantizar las comunicaciones en prácticamente cualquier situación: a mucha distancia, en interiores y hasta en ubicaciones subterráneas.